La discusión de “nueva normalidad” o “retorno seguro. El desastre del desempleo.
Equipo ES. 24/04/2020. La discusión de “nueva normalidad” o “retorno seguro”
En esta etapa de pandemia, las definiciones conceptuales vinculadas a las estrategias a seguir, son sumamente importantes. En relación a nuestro país, en la última semana se produjo un debate sanitario, comunicacional, político y de especialistas, cuando varios ministros -entre ellos los de Salud y Educación, claves en estos días- avivaron la idea de la “nueva normalidad”. Detrás de ello estuvo el jefe del Ejecutivo.
Eso apuntó, entre otras cosas, al instructivo gubernamental ordenando el regreso de los funcionarios públicos a su trabajo presencial (pese a que se estaba desarrollando el trabajo a distancia y con turnos éticos), fijando para mayo el regreso a clases de más de 3 millones de estudiantes (primera, enseñanza media), planteando la opción de apertura de comercio (malls y grandes tiendas) y considerando las cuarentenas comunales focalizadas.
Se armó todo un debate respecto a que si era o no conveniente hablar de “nueva normalidad”, si no se estaba apresurando el gobierno y si no había que esperar pasar la fase de peak de contagios. Eso fue planteado por académicos, científicos, alcaldes, directivos de los colegios Médico y de Profesores y analistas. Pero el gobierno insistió, sobre todo a través de ministros.
Sin embargo, y de manera imprevista, salió el Presidente de la República y en un programa televisivo, lanzó otro y nuevo concepto: “retorno seguro”. La opinión pública no terminaba de comprender y compartir aquello de “nueva normalidad”, cuando Sebastián Piñera salió con el “retorno seguro”. Claro, a una normalidad, pero con otro concepto. ¿Quiso así zanjar la polémica? ¿Descubrió que había un error? ¿Fue un acto creativo para superar el concepto instalado?
Lo más concreto es que se supo que el gobierno definía de otra manera su estrategia…y que se abría este viernes otra fuente de reflexión, debate e intercambios.
Otro asunto de decisiones oficiales relacionadas con la estrategia ante la pandemia, que tomó un cariz comunicacional y con ello político.
Hay que considerar que el “retorno seguro” tiene para el Ejecutivo el mismo contenido de la “nueva normalidad”: regreso a clases, regreso a trabajo presencial, que incluye a empleados del sector privado. Es decir, detrás del nuevo concepto no hubo nuevos planes.
El desastre del desempleo
El Presidente confesó que las previsiones apuntan a que este año, y quizá a inicios del segundo semestre, el desempleo afectará a un millón de chilenas y chilenos. Él mismo sostuvo que después de años con un promedio de un 7% de cesantía, el 2020 el porcentaje llegaría a los dos dígitos (10%).
Es ya un consolidado oficial, que expresa que el desempleo se convertirá en un factor muy negativo desde el punto de vista laboral, social y económico.
Antes que el mandatario hablara, y sobre todo en base a que por la Ley de Protección del Empleo eran más de 700 mil los asalariados que verían suspendidos sus sueldos, y el Ministerio del Trabajo y Previsión Social fijó en 300 mil los nuevos cesantes a marzo de este año, varios economistas y centros de estudios situaron el porcentaje de personas sin trabajo, entre 15 y 20 por ciento.
En eso tiene que ver el dato de que ya venían 500 mil cesantes que había antes de la pandemia.
Hay que considerar el agravamiento de la situación de los empleos informales, de la gente sin contrato, temporeros, etc.