Todo igual: Persiste violación a DDHH. Violencia, reforma a Carabineros.
Equipo ES. 31/01/2020. Todo igual: Persiste violación a DDHH
En la semana que termina se constató que persiste una muy negativa situación en materia de derechos humanos que, como lo indicó una entidad de la Universidad de Chile, se están violando de manera sistemática.
Los hechos más duros se refieren al asesinato del joven hincha de Colo-Colo, atropellado por un camión policial y a dos jóvenes en grave estado -uno con peligro de muerte al cierre de este despacho- producto de proyectiles lanzados por Carabineros, en un práctica que no se detiene y que aproxima a medio millar las víctimas por perdigones y bombas lacrimógenas.
Se conocieron nuevos reportes de la Comisión Chilena de DDHH, del INDH, de un organismo canadiense, de la Universidad de Chile y denuncias de colectivos de la sociedad civil, dando cuenta de que las violaciones a los derechos humanos no se detienen. La baja que se podía producir en verano, no es tal. Esto, en estos días, lo está constatando una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
A eso se suma el respaldo irrestricto, sin observaciones de ningún tipo, del Presidente de la República, del Ministro y Subsecretario de Interior a todo el accionar de Carabineros.
En esa línea, el gobierno anunció un gasto millonario para reparar o adquirir dotación de carros lanzaagua y lanzagases, y más uniformados en acciones anti manifestantes.
No sale mucho en la prensa, pero son continuas las acciones represivas de la policía en barrios y comunas populares -como Lo Hermida y Pudahuel-, en zonas periféricas y el hostigamiento cuando hay manifestaciones o encuentros ciudadanos.
Por ello, crece la opción de acusación por no cumplimiento de normativas constitucionales, no ejercer la autoridad de su cargo y la responsabilidad política frente a violaciones de DDHH en contra del Ministro del Interior.
Parece previsible que las violaciones masivas y sistemáticas a los derechos humanos se sigan produciendo en las próximas semanas, sobre todo cuando hasta la fecha, Carabineros no asume responsabilidad prácticamente en ningún hecho con causa de muerte y lesiones.
Violencia, reforma a Carabineros
La violencia sigue siendo el eje central de la gestión y el discurso del gobierno. Acompañado en ese camino por sectores de ultraderecha y de la derecha que insistieron en que producto de la violencia podría impedirse el plebiscito por nueva Constitución y otros episodios institucionales.
El orden público aparece como la prioridad uno del Ejecutivo y la agenda gubernamental la protagonizan el titular de Interior, su subdirector, y mandos de Carabineros. La agenda contra la violencia, el vandalismo y la delincuencia es la que marca la labor de la administración piñerista. Por cierto, en contra punto con lo que señala la ciudadanía como problemas principales, tanto en encuestas como en movilizaciones, como es el caso de las pensiones, los salarios, el empleo y la salud.
Es innegable que se siguen sucediendo episodios de saqueos a supermercados, quema de buses, ataques a oficinas públicas y Comisarías, en una intensidad que se suponía superada después de los últimos meses de 2029. Pero el impacto y número generan un escenario de alcance nacional y político. Lo que pasa es que el gobierno solo ve esos hechos con la perspectiva de la delincuencia dura, y no va a otros factores sociales, de enojo social, de caracterización de sectores de la población, que están en la raíz de estos sucesos y que, por mucho que no guste a quienes tiene un sentido retardatario y limitado de los fenómenos delictuales o de violencia, deben considerarse a la hora del análisis y la búsqueda de respuestas.
En este marco se lanzó una ofensiva por lo que se llama reforma de Carabineros. Pero lo que se observa, son cambios burocráticos y de funciones, y no de doctrina ni de lineamientos. Es decir, que exista un nuevo Ministerio de Seguridad Pública, separado de Interior, no garantizará que Carabineros cumpla con protocolos, cambie su doctrina represiva y respeto derechos ciudadanos y humanos.
Habrá que ver en las próximas semanas los reales contenidos y cambios que se pudieran producir en Carabineros, una institución que va bajando persistentemente en la aprobación ciudadana, y en las políticas de seguridad pública que implemente el gobierno.
Hasta la fecha, en materia de violencia y seguridad, la lectura de la realidad marca que el gobierno y el mando policial apuestan por el autoritarismo, leyes más duras, criminalización de la protesta, medidas represivas, baja preocupación por evitar violaciones a los derechos humanos y respaldo sin límites ni consideraciones a Carabineros, que sigue aumentando su prontuario de hechos cuestionables, entre ellos, los delitos financieros de sus altos oficiales.