La histórica demanda de verdad y justicia en los casos de violaciones a los derechos humanos en esta oportunidad se amplía a las víctimas de esta actual represión.
Juan Gajardo
Miembro de la Comisión Política del Partido Comunista
10/11/2019. Con fecha 5 de noviembre un conjunto de organizaciones sindicales, incluida la CUT, se dirigieron formalmente al presidente de la República, presentando un documento en el cual señalan que: “vienen a notificar que el mundo del trabajo se ha articulado, organizado y ha puesto su voluntad de unidad por sobre cualquier consideración gremial, con el fin de respaldar las reivindicaciones que el pueblo chileno ha exigido en las calles durante las últimas semanas” Más adelante agregan: “la reivindicación central es la necesidad de una Nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente”, lo cual es complementado con una demanda de nueve puntos, en base a los cuales están convocando para este martes 12 a una Huelga General.
El llamado a huelga general que hace el bloque sindical de Unidad Social, se da en continuidad con las manifestaciones a través de las cuales durante la semana última se ha expresado el pueblo de Chile.En todas ellas, la demanda de una nueva constitución va sumando sectores y voluntades diversas,posibilitando la realización de cientos de cabildos o asambleas auto convocadas en la mayoría de las comunas, abriéndose paso la idea de un plebiscito que devuelva al pueblo la facultad de determinar el procedimiento a través del cual se elabora la nueva constitución y también cuáles deben ser los contenidos centrales que la orienten. En este sentido, la iniciativa de los municipios de llamar a un plebiscito a principios de diciembre debe ser valorado.
La derecha gobernante, en su estrategia de jugar al desgaste del movimiento, ha seguido repitiendo un libreto ya fracasado, en el cual mezcla ofertas menores en materias sociales con una fuerte represión a la gente que se moviliza. Ante sus ofertas, saben que hay un sector que se presenta como oposición, pero que tiene una actitud complaciente ante los requerimientos del gobierno. Y no estamos hablando exclusivamente de aquel que vociferaba estar siguiendo un camino propio para hacer sus negocios menores, sino de otros sectores que creen no les conviene abandonar las prácticas políticas de los últimos treinta años y dentro de estos, encontramos incluso sectores que no han estado en la política todos esos años. Los intentos de acuerdos en materias legislativas sin consideración de la opinión de los afectados (vulgarmente conocida como cocina parlamentaria) es uno de los factores señalados en todas las encuestas como causa del desprestigio del congreso.
Sin embargo, no se puede caer en maniqueísmos, valorando todo el quehacer parlamentario como substancialmente negativo. Eso se acerca y se puede confundir con el apoliticismo ingenuo,fomentado por la derecha desde sus tiempos de dictadura, como una manera de mantener el poder, en este caso, vía una hegemonía ideológica. También es cierto que a través de la historia la primera medida que toman los fascistas para demostrar su desprecio a la política es cerrar los parlamentos. Lo que estamos planteando es que particularmente en épocas de crisis, y Chile está viviendo una, los parlamentarios de todos los sectores deberían aguzar su percepción a objeto de legislar lo que el pueblo en la calle está pidiendo. La soberbia de quienes pareciera molestarles la expresión del pueblo, vulnera el sentido profundo de ser demócrata. Los divismos parlamentarios están fuera de lugar, aunque provengan de personas que estén apoyando las movilizaciones. La próxima presentación de una fundada acusación constitucional contra el señor Piñera, en los marcos de esta institucionalidad, brinda a los/as parlamentarios/as la oportunidad de contribuir a destrabar el presente conflicto.
Ciertamente esta no es una dictadura, más allá de algunas externalidades que sin duda deben llamar a preocupación a cualquier demócrata, entre otras, la presentación ante el desprestigiado Tribunal constitucional de una solicitud , realizada por una manada de parlamentarios ultraderechistas, para privar de su condición de parlamentarios a los 9 diputados/as comunistas, más tres del Frente Amplio. Pero éste sí es un gobierno que ha respondido con intemperancia a la movilización popular, que escaló un conflicto, que no muestra o no encuentra caminos de solución y que en consecuencia, recurre a la represión desenfrenada ejercida por fuerzas policiales descontroladas, lo cual ha generado una sistemática violación a los derechos humanos. A quienes les gusta hacer comparaciones, luego de meses de movilizaciones, en Hong Kong desgraciadamente falleció un joven, quien saltó de un segundo nivel de un edificio, huyendo de policías que lanzaban gases. En Chile, en poco más de veinte días, lamentamos la muerte de más de 20 compatriotas, cientos han perdido la visión por efectos de las balas de goma disparadas por policías, miles han sido agredidos y maltratados físicamente. La histórica demanda de verdad y justicia en los casos de violaciones a los derechos humanos en esta oportunidad se amplía a las víctimas de esta actual represión.