11 Septimbre 1973

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Ese día Chile lloró conmovido. Ese día Chile recomenzó un nuevo proceso para desatar lo inmovilizado y para recuperar con unidad lo mortalmente perdido.

Gonzalo Moya Cuadra

Licenciado en Filosofía

11/09/2019. Día  siniestro y maniatado. La libertad integral del pueblo fue pisoteada por un acto bárbaro e irracional de militares y civiles desquiciados. Ese día Chile abandonó la luz de un porvenir presentido. Ese día Chile  no pudo seguir escribiendo un pensamiento justo y límpido. Ese día Chile interrumpió un proceso revolucionario democrático y desarrollado. Ese día Chile perdió a un izquierdista preclaro y culto, idealista y lúcido, a un político sólido que no pudo concluir la tarea de conducir al país a un auténtico y solidario socialismo. Ese día martes, nublado y destrozado como pretérito sepulcro, Chile perdió a Salvador Allende. Hoy día Chile  recuerda la sabia lealtad del Partido Comunista con el gobierno de la Unidad Popular.

Hoy día Chile recuerda a un gobierno interrumpido por la fuerza avasalladora y obtusa de mentes enfebrecidas y renegridas. Ese día Allende madrugó. Ese día Allende sabía que ese día era el último día de su vida. Su prístina inteligencia se lo decía. Sabía que la primavera no vería. Ese día la estela de la maldad humana se extendía estupefacta por la ciudad ya vencida. La gente asustada corría desaforada. Ya se percibía la ciudad ensangrentada. Ese día el dolor comenzaba a ser parte de la cotidianeidad. Neruda lo sabía. Los fantasmas esperaban más fantasmas.

Salvador Allende con su consecuencia política fue el constructor del primer gobierno de los trabajadores. Evocamos ese día cuando Chile hoy día yace casi consumido por un bárbaro capitalismo y por una falsedad social que destroza la condición humana. Allende, un tenaz humanista, consolidó sin dogmatismo ni fanatismo una hermenéutica racional para asegurar el paso legítimo hacia una transformación política adelantada, donde el pueblo viviría en libertad y con un sentido plenamente humano. Allende fue miembro de una sólida Institución Moral que le entregó lo más valioso que puede recibir un político decente, una excepcional probidad y la legitimidad de defender los Derechos Humanos. Los conceptos de Libertad, Igualdad y Fraternidad son los valores esenciales de toda estructura sociológica y de la formación ética de un político que aspira a ideales esplendentes. Allende pasó a la Historia como el héroe esencial y digno que intentó construir como irenarca una sociedad de iguales, siendo reconocido, además, por todos los pueblos progresistas del mundo como un excepcional masón y un gran socialista. Grandes alamedas  y discretas logias llevan su nombre, como símbolos de su espíritu fraternal.

El agrietado humo de la metralla y el alienado dictador encadenaron el pueblo derrotado, aplastando sin compasión los verbos decididos que comenzaban a hablar de tiempos decorados con himnos amarantos. Allende alzó su mano izquierda. Decidió su histórico destino. Los sollozos de los humillados viajaron hacia lugares donde con sigilo ya caminaban fantasmas prisioneros, fantasmas abatidos, fantasmas torturados. Martes 11 de Septiembre. Ese día Chile lloró conmovido. Ese día Chile recomenzó un nuevo proceso para desatar lo inmovilizado y para recuperar con unidad lo mortalmente perdido.

 

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