Se suma a reciente informe de que 50% de la población gana alrededor de 400 mil pesos mensuales. Otra consecuencia del modelo imperante hace décadas.
Gonzalo Magueda. Periodista. 29/08/2019. Pocos atribuyen el drama económico y social personal y familiar de millones de chilenas y chilenos al modelo económico imperante en el país hace varias décadas. Como si los malos resultados y las cifras terribles operaran por arte de magia, por el comportamiento del precio del cobre, por medidas gubernamentales en distintos periodos, por proyectos legislativos o la “guerra comercial”. Lo cierto es que los números rojos en cuanto a malos ingresos, alto endeudamiento, concentración de la riqueza, se dan en el marco del funcionamiento de un esquema neoliberal, de hegemonía de mecanismos especulativos y financieros, de altas utilidades para un pequeño sector de la población, de garantía de utilidades para sectores privados monopólicos (Isapres, AFP, Banca Privada, grandes tiendas, etc.).
Ahora se conoce otra cifra. Más del 30% de la población del país está endeudada y la mayoría, muy endeudada. Eso equivale a 4 millones 500 mil personas. El endeudamiento de los ciudadanos creció en un 12%.Uno de cada 3 chilenos mayores de 18 años tiene un saldo financiero que no puede pagar.
Así se desprende del estudio dado a conocer por la Universidad San Sebastián junto a Equifax, empresa dueña de Dicom, precisamente a donde van a caer los datos de los morosos chilenos, provocándoles serios problemas para conseguir empleo, arrendar un lugar donde vivir, pedir un crédito de consumo o hipotecario.
Si en 2015 el monto de las deudas de los ciudadanos era de 1.31 millones de pesos, hoy es de 1.81 millones de pesos. Donde sigue elevándose con fuerza el endeudamiento es en el sector de adultos mayores.
Probablemente una de las causas principales de que el 30% de la población viva endeudada, tenga que ver con otro dato dado a conocer hace poco por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Que el 50% de los asalariados del país gana apenas 400 mil pesos mensuales, cifra que según economistas y distintas instituciones, es absolutamente insuficiente para vivir, y mucho más para tener una calidad de vida y una tranquilidad familiar.
Además se reveló que un porcentaje importante de los trabajadores gana algo más que el salario mínimo, de 300 mil pesos al mes.
De acuerdo a distintos estudios, las y los chilenos se endeudan principalmente con bancos y grandes tiendas, y deben pagar altas sumas por educación, salud, vivienda, transporte y alimentos. Hay economistas que plantean que en Chile, para vivir bien, cada persona adulta debiera tener un ingreso de unos 2 millones de pesos mensuales, evitando inclusive el endeudarse. Ese ingreso o algo menor, la gente hoy lo obtiene por la vía de uso de tarjetas de crédito, líneas de crédito y otras modalidades de endeudamiento.
Este mismo jueves, al conocerse que 4 millones 500 mil personas están endeudadas, se conoció otro informe que indicó que Chile es de los países más caros para adquirir una vivienda, donde tener una vivienda es algo “severamente no alcanzable”.
Un informe presentado por la Cámara Chilena de la Construcción indicó que una persona, para hacerse de un hogar, debería destinar durante casi ocho años el total de su ingreso a eso; lo cual es claramente imposible. Hoy un alto porcentaje de personas que adquieren una casa o departamento se endeudan por 20, 30 o más años, pagando mucho dinero, de hecho, más de lo que realmente cuesta esa vivienda.
Esa situación tiene otra consecuencia: que en Chile los arriendos son muy elevados, en distintas zonas socioeconómicas y distintas regiones. Y lleva a enormes ganancias por la vía de la especulación financiera a inmobiliarias y empresas constructoras.
En contraste, la riqueza privada del país aumentó en los últimos años en niveles del y el 7 por ciento; se fortaleció el 1% más rico que se lleva alrededor del 30% de la riqueza nacional; subieron en varios cientos de millones de dólares los presupuestos de las familias multimillonarias de Chile; menos de diez empresas monopólicas chilenas tuvieron ganancias por más de 21 mil millones de dólares.
Claramente el modelo no está funcionado en beneficio de la mayoría del país.