Segregacionismo y discriminación laboral

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 La problemática de la subcontratación del trabajo asalariado en Chile.

Mauricio Gutiérrez

Trabajador Social

28/08/2019. A propósito de la conferencia“A la sombra de la subcontratación: reconfiguraciones políticas del trabajo en Chile» que fue dictada por Sebastián Pérez Sepúlveda, doctor en sociología y Master en ciencias sociales de la École des hautes études en sciences sociales de París, EHESS. Investigador asociado del Centre d’étudessociologiques et politiques Raymond Aron, CESPRA. Dictada en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, hace pocos días.

Podemos referir que el neoliberalismo ha desarrollo transformaciones en el mundo del trabajo, que afectaron la organización de la vida cotidiana de millones de trabajadores en Chile, teniendo como soporte una legislación laboral confeccionada y realizada en dictadura militar que, junto con privatizar la previsión y seguridad social con las AFP, se ejecutaron cambios basados en menoscabar la estabilidad laboral de la clase trabajadora del país, implementando políticas laborales que ampliarían la flexibilización de la mano de obra, restricciones de sindicalización de trabajadores ha ámbitos particulares de empresa, ataduras de externalización productiva (llegando a ser 1/3 de la mano de obra nacional), caracterizando a la tercerización laboral, como una dimensión central del modo de producción capitalista globalizado.

Desde la legalización del plan laboral de José Piñera en Chile, que lleva la génesis de la masividad de la flexibilidad en el empleo, buscando una atomización de sindicatos de trabajadores, cuestión que el Gobierno de Sebastián Piñera busca  profundizar con  su “improvisado” proyecto de flexibilización laboral y la rebaja a 41 “horas promedio” gradual hasta el 2027,  oponiéndose a la propuesta de la Diputada Camila Vallejos en torno a la reducción de la jornada laboral, en la cual esta última,  marca un precedente sobre la valorización del trabajo, al reconocimiento de que la mayoría de la poblaciónsimpatiza con la reducción de la jornada laboral , la cual responde a una mejora material de las condiciones de vida de la clase trabajadora chilena.Es de considerar que enla encuesta de FIEL-MORI (Barómetro Laboral), el 74% de la población se identifican como trabajadores, empleados y obreros, lo cual refiere a amplios sectores del país.

La externalización productiva o la tercerización del trabajo, responde a un régimen de subcontratación que no fue otra consecuencia más de la implementación del neoliberalismo en Chile, desde su intentos de regulación en el 2006, y después con la ley 20.123 , hasta la fecha desde la visión de la clase trabajadora no han existido igualdad de condiciones entre las y los trabajadores internos o de planta, y las y los trabajadores externos o subcontratados, más bien continúan acrecentándose las prácticas de segregación y discriminación laboral evidenciado en las diferencias en cuanto a la estabilidad laboral, protección social, variaciones salariales, distribución de las jornadas de trabajo, restricción de negociación colectiva por rama productiva a negociaciones por empresas, diferenciación entre trabajadores de primera categoría (superiores) y trabajadores de segunda categoría (inferiores), teniendo desigualdades en las condiciones laborales, de seguridad,  de transporte y de alimentación.

En Chile según la encuesta ENCLA 2011, los asalariados subcontratados representaban en el 2008 un 30,5%, y en el 2011 llegaron a ser un 37%8, vale decir la tendencia va en alza; “En lo referente al análisis por sectores económicos, la subcontratación está extendida a todas las ramas de actividad, y el mínimo nivel de subcontratación nunca es inferior a un 28%…, los niveles más altos están en Servicios Sociales y de Salud, en que alcanza a un 59,2%. Le siguen Construcción, Pesca y Agricultura (con 56,9%, 44,9% y 41,5%, respectivamente)…, para la actividad principal, las ramas en que las empresas utilizan más trabajadores subcontratados, en relación a su personal, son Agricultura, Construcción y Transporte (26,2%, 22,4% y 19,7%, respectivamente). Por su parte, la proporción de trabajadores subcontratados para otras actividades distintas a la principal, es relevante en actividades económicas tales como en Actividades Inmobiliarias, Empresariales y de Alquiler, Industria y Pesca”.

La realidad chilena está inserta en esta problemática laboral que afecta a la clase trabajadora, sometida a un tipo de sobreexplotación, y ha significado la confección de un tipo de trabajo, como algún autores se refieren de carácter post-fordista, dejando una producción en cadena, de flujo continuo, por un mundo asalariado que precariza la vida laboral flexibilizando las jornadas de trabajo, incrementando horas extras, reduciendo costos, desvalorizando el valor de las condiciones  laborales, que no es más que el aumento de una pobreza multidimensional.

Al buscar revertir las condiciones de desigualdad que trae consigo la tercerización del trabajo, fomentando discriminación y segregación laboral entre trabajadores internos/ de planta y trabajadores externos y/o subcontratados, están asociadas, a como, no solo se generar recursos legales que permitan prohibir la subcontratación en Chile, y con esto detener la reproducción de una inequidad salarial, integral y sociolaboral, sino también será parte de la batalla de la clase trabajadora por terminar con esta desigualdad social que afecta a un porcentaje mayoritario de la población asalariada en al país.

 

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