16/11. Pronósticos, claves, especulaciones, expectativas

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Qué harán la noche del domingo las y los candidatos y dirigentes del oficialismo y la oposición. Nada puede estar escrito a sello de acero, pero todo apunta a que Jeannette Jara y José Antonio Kast pasan al balotaje. Sería la primera vez en la historia del país que una militante comunista gana una elección presidencial. Los porcentajes de la candidata de “Unidad por Chile” y la distancia con el Republicano, gravitarán para la segunda vuelta. En cuanto a la disputa en la derecha y la extrema derecha, se podría decir que para Kaiser, la votación que obtenga será un éxito capitalizable; en cambio para Matthei un tercer o cuarto lugar será una derrota abrumadora y un golpe severo para la derecha tradicional. La elección legislativa y su resultado tiene una enorme importancia: definirá la correlación de fuerza política en el Congreso, le dibujará un escenario legislativo a la futura presidenta o futuro presidente, mostrará la fuerza electoral de cada colectividad política, con todo lo que eso implica. Hay partidos como el Comunista, Socialista y Frente Amplio que tendrían un resultado positivo, UDI y RN podrían mantenerse en su promedio, se prevé un avance de Republicanos y habría sorpresas transversales con colectividades que perderían su registro. La elección de este domingo compondrá el nuevo mapeo político nacional y lo que será la implementación programática y de medidas que se vendrán con la nueva administración desde el 11 de marzo de 2026.

Hugo Guzmán. Periodista.“El Siglo”. Santiago. 14/11/2025. El domingo por la noche, conocidos los resultados de la carrera presidencial, los presidentes de las colectividades de derecha y extrema derecha concurrirían al lugar de concentración de quien ocupe el primer lugar de ese sector en la contienda por La Moneda.

De acuerdo a reportes de prensa y versiones en los pasillos de la política, los timoneles de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN), Evolución Política (Evópoli), Partido Republicano (PRE) y Partido Nacional Libertario (PNL) irían al sitio donde esté el vencedor o vencedora de la oposición. No está del todo claro si harán lo mismo la candidata o los candidatos, quienes a lo menos tendrían un contacto telefónico con quien haya ocupado la mejor colocación en la primera vuelta. Así comenzarían los primeros gestos o no gestos de cara a la segunda vuelta.

Donde no hay dudas, es que al atardecer comenzarán a llegar al comando de Jeannette Jara, en Londres 76, todas las representaciones de los diez partidos (desde la Democracia Cristiana hasta la izquierda no oficial) que la apoyan y seguramente la acompañarán al lugar de la manifestación para celebrar un evidente primer lugar en la elección presidencial. Estarán los presidentes de partidos, voceras y voceros del comando, de seguro legisladores ganadores ese día, y es previsible que se producirá una movilización con muchísimos adherentes.

Hay un punto particular, y es que sería la primera vez en la historia del país que una militante comunista gana una elección presidencial.

A 24 horas de los comicios, prácticamente todo el mundo político, analistas y encargados de empresas encuestadoras coinciden en que será Jara la vencedora de la competencia por el sillón principal de La Moneda, y que José Antonio Kast (PRE) ocupará el segundo puesto, sin que Evelyn Matthei (“Chile Vamos”) ni Johannes Kaiser (PNL) logren alcanzarlo y en definitiva disputen el tercer puesto. En tono especulativo, nada puede estar escrito a sello de acero, pero todo apunta a que Jara y Kast pasan al balotaje.

La incidencia de la primera vuelta en el balotaje

Más bien la especulación o la elucubración radica en cómo quedan esas dos candidaturas para los comicios del 14 de diciembre. En entrevistas con El Siglo, tanto la vocera de Jara, Alejandra Sepúlveda, como el senador Daniel Núñez, indicaron que un buen resultado es que la aspirante de “Unidad por Chile” llegue o supere el 30% y se separe unos cuatro a cinco puntos de Kast. Indicaron que son maniobras distractivas y tendientes a generar un bajón en sus votantes decir que Jara debe tener un 40% y estar diez puntos alejada del Republicano. Varios dirigentes e integrantes del comando han coincidido que ése es el escenario más positivo y realista. Por eso llamó la atención que Darío Quiroga, jefe de campaña de Jara, dijera que ella obtendrá entre el 28 y 29 por ciento de los votos. Como sea, lo que está claro, en contrapunto, es que un mal resultado para la candidata del oficialismo sería estar abajo de los 27 o 25 puntos y tener una distancia mínima con Kast.

Por el lado del candidato de la extrema derecha, las encuestas y análisis lo sitúan, en el mejor de los casos, alrededor del 25% y 28% de los sufragios, con lo cual quedaría bien aspectado para la segunda vuelta. Menos que eso -seguro golpeado por Matthei y sobre todo por Kaiser-, lo dejaría mal colocado.

Otra disputa en curso es entre la candidata de “Chile Vamos” y el candidato nacional-libertario. En lo más prudente, se la ubica a ella en tercer lugar, pero en lo más especulativo a él. Se podría decir que para Kaiser, la votación que obtenga y la instalación que logre, será un éxito capitalizable. En cambio, para Matthei un tercer o cuarto lugar será una derrota abrumadora y un golpe severo para la derecha tradicional.

Habrá que ver qué recogen Franco Parisi, Harold Mayne-Nichols, Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés y qué pueden presentar en el escenario político nacional. Si se mira las encuestas, el único que pudiera mostrar un logro es Parisi, ya que los otros están bajo los dos puntos. Habrá que ver a dónde se irían esos miles de votos que sumarían ellos cuatro y si personalmente llaman a votar por alguna de las candidaturas de segunda vuelta. No extrañaría que Parisi se sume a Kast, Mayne-Nichols a Jara, pero todo es un acertijo. Artés, seguramente, saldrá de toda jugada frente al balotaje, a menos que se sume a aquella consigna de “parar al fascismo”. Claro que en todo eso, las cosas están en el terreno especulativo.

Lo que deje la elección legislativa

En cuanto a la elección legislativa, se señala transversalmente que será reñida, y aunque hay declaraciones y estudios electorales que tienden a darle una mayoría simple a la derecha y la extrema derecha en el Congreso que viene, también existen análisis y miradas que hablan de un posible triunfo global del oficialismo, sobre todo en base a características específicas de ciertas candidaturas en circunscripciones y distritos en regiones que podrían lograr victorias sorpresivas e incidentes.

Tantas veces se ha dicho que una elección no está definida “hasta que se cuentan los votos”, pero aún así hay quienes aventuran un avance de los Republicanos, un resultado positivo para los partidos Comunista, Socialista y Frente Amplio, una mantención en el promedio de RN y la UDI, al tiempo que se señaló mucho en estas semanas que hay colectividades políticas del oficialismo y la oposición que podrían perder su registro formal e institucional al no cumplir con las metas que fija la ley electoral. En ello podría haber desagradables (o agradables según desde donde se mire) sorpresas.

Es normal que todo se haya concentrado mucho en la elección presidencial, pero la elección legislativa y su resultado tiene una enorme importancia: definirá la correlación de fuerza política en el Congreso, le dibujará un escenario legislativo a la futura presidenta o futuro presidente, mostrará la fuerza electoral de cada colectividad política, con todo lo que eso implica.

Un nuevo mapeo político

Ciertamente, y en ello no radica ningún descubrimiento del hilo negro, la elección de este domingo compondrá el nuevo mapeo político nacional y lo que será la implementación programática y de medidas que se vendrán con la nueva administración desde el 11 de marzo de 2026.

Un factor nuevo, es que ahora no se trata de una simple alternancia en el gobierno entre el sector socialdemócrata/progresista/izquierda y la derecha tradicional, sino de la posibilidad de la llegada de un gobierno de extrema derecha.

También se podrán desatar misterios como el voto de esos más de cinco millones de electores que sufragarán obligados, por el voto obligatorio, y que pertenecen mayoritariamente a sectores populares y de regiones; sector en el que se pondrá ojo para el balotaje, en una llamada “nueva elección” y con la consideración del “voto volátil” en un escenario binario de candidaturas.

Así mismo, los resultados de la legislativa y la composición que armen en la cancha a jugar, podrían incidir en las opciones presidenciales y en las decisiones que tomen segmentos de la población.

Por cierto, se ha repetido mucho el no caer en posiciones “ideologizadas”, de “correrse hacia el centro”, priorizar más por performance que por posicionar conceptos, y pensar en votantes “espectadores y consumidores”; pero también se indica que ahí hay riesgos y que debería considerarse mejor el abrir campañas más situadas en los idearios, las propuestas/soluciones concretas a los problemas de la gente, a pensar en un elector “consciente y sensible”. Son apuestas.

Este domingo, como es obvio, habrá mucho despeje de teorías, especulaciones, pronósticos, datos, y debería traer productivos análisis en base más que nada a datos-realidad, que sirva para el período que se abre en marzo de 2016. Seguramente, con la necesidad de comprender lo más seriamente cómo votaron las chilenas y los chilenos y que significados tiene para lo que vendrá.