La vicepresidenta de la Mujer y Equidad e Igualdad de Género de la Central Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores señaló que en la marcha de este miércoles se reivindicará la negociación colectiva ramal, el instaurar un sueldo vital y una política salarial, avanzar en un Sistema Nacional de Cuidados y enfrentar la informalidad laboral. “Unidad por un Chile Justo” es el lema con que la CUT convocó para este Primero de Mayo a la manifestación y acto conmemorativo del Día Internacional de las y los Trabajadores. En entrevista con ElSiglo.cl, la dirigente sindical habló también de la reunión de ENADE 2024 y de las posibles reformas del sistema político.
Úrsula Fuentes Rivera. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 29/4/2024. ¿En víspera de este Primero de Mayo, cuáles son las principales demandas y desafíos de la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras (CUT)?
Para la conmemoración del 1 de mayo, desde la CUT hemos fijado la necesidad de que el Gobierno cumpla su programa, particularmente en lo que se refiere a la negociación colectiva ramal. Cuando uno mira el significado que tiene para el mundo sindical la posibilidad de agrupar a las y los trabajadores en sus demandas según sus sectores, en un espacio en donde se disputa la repartición de la torta y que tiene que ver con las negociaciones colectivas, obviamente que hace mucho sentido que el Gobierno pueda, después de varios compromisos, dar a conocer cuál va a ser el proyecto de ley que enviará al Parlamento sobre negociación ramal.
También consideramos prioritario iniciar una discusión sobre la necesidad de un salario vital y de una política salarial. Si observamos los sueldos versus las utilidades de las empresas, nos damos cuenta de que no hemos sido capaces como país de entender que cuando crece la economía y hay mayor productividad, eso tiene que reflejarse en los salarios. Por lo tanto, la gente ve ajenos todos los indicadores macroeconómicos. Si bien nuestro país está mejorando en sus índices, las personas sienten que su calidad de vida no mejora.
En mi rol de vicepresidenta de la Mujer CUT, menciono también otras tres demandas fundamentales que deberían estar en la agenda. La primera apunta a la implementación en concreto del Convenio 190 (norma internacional contra la violencia y acoso laboral, incluidos por razón de género), para poder tener herramientas que permitan enfrentar la violencia en los lugares de trabajo, en particular contra las mujeres, y también incorporar el tema de equidad salarial, entendiendo que hombres y mujeres no ganan lo mismo.
Lo segundo, es que se establezca un Sistema Nacional de Cuidados. En nuestro país se vive una crisis de los cuidados que se estaría enfrentando mediante la idea de enviar a las mujeres a teletrabajo para que puedan cuidar a sus hijos e hijas. Pero esto dista de lo que se comprometió y que era tener centros y espacios que permitan a las mujeres -quienes en su mayoría son las que se dedican a los cuidados de otros- poder desarrollarse, teniendo claridad que sus hijos e hijas, adultos mayores o personas en situación de discapacidad, van a estar bien. En eso se debe avanzar y no solamente plantear medidas parche. También necesitamos que se aborde la informalidad laboral, que es una gran preocupación, pues si bien corresponde a hombres y mujeres, principalmente son éstas quienes tienen trabajos más precarios, informales y sin seguridad social.
En cuanto a la reactivación del tejido social, ¿la CUT ha logrado articularse con otras organizaciones sociales para convocarlas a la movilización del 1 de mayo?
Si bien el 1 de mayo es encabezado por la CUT bajo el lema “Unidad por un Chile Justo”, esta conmemoración le pertenece a todos los trabajadores y a quienes se reconozcan en ese sentido. Por lo tanto, la invitación es amplia considerando organizaciones sociales y políticas, y todo el espectro de la sociedad que se sienta convocado con esta emblemática fecha que reconoce la lucha sindical e histórica de las y los trabajadores.
Pero también hay que decir que hemos hecho un esfuerzo y que el viernes 26 de abril realizamos un Congreso Social con otras organizaciones, entre ellas Convergencia Pyme, la Asociación Nacional de Consejos de Usuarios de Salud Pública (ANCOSALUD) y la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), para seguir profundizando la recomposición del tejido social, pero que con ciertas características, que tienen que ver con la responsabilidad política de organizaciones formales y también con la construcción en conjunto de un programa que considere una interpretación de la realidad del país en temas sensibles, como el de la seguridad pero visto desde la mirada de las organizaciones sociales, así como hablar de salario, del agotamiento del modelo económico y de la necesidad de un nuevo modelo.
Evaluación de ENADE 2024, “las 40 horas” y la mesa del salario mínimo
¿Cómo calificaría la posición del empresariado y la derecha, así como las señales que ese sector dio en el reciente Encuentro Nacional de la Empresa (ENADE 2024)? Ahí el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Ricardo Mewes, fue tajante al sostener que subir los impuestos no es la opción para llevar adelante las reformas sociales que el país requiere. Tampoco hubo mención a la necesidad de subir los salarios para enfrentar el alza en el costo de la vida.
Después del 11 de abril, de lo que fue la convocatoria al Paro Nacional de la CUT y en el que participaron otras organizaciones sociales, obviamente se empieza a desarrollar un marco político que es distinto al anterior que teníamos, en que las organizaciones venían de un período muy reflexivo y con poca capacidad de materializar sus demandas, y eso tiene respuesta.
Los discursos que se establecieron en el espacio de ENADE tienen que ver con que hoy en día el empresariado retoma la dureza y establece la necesidad de construir, desde sus opiniones e influencias, un retroceso y resguardar sus derechos. No olvidemos que está en cuestión los modelos de AFP y de Isapres y claramente ellos tienen que salir a defenderlos. Varias de las intervenciones que hubo en ENADE apuntaban hacia ello. Además, se desconoció totalmente el dato de realidad. Cuando uno ve los discursos principales y el reconocimiento a que toda la sociedad está representada en ENADE, uno se pregunta si efectivamente los empresarios definen la sociedad como sólo los participantes de ese tipo de encuentros y no reconoce a las y los trabajadores, a la sociedad civil y a todo el conjunto de organizaciones del país. Me parece incluso insolente esta idea de plantear que actualmente a las y los trabajadores no les alcanza para vivir ni para llegar a fin de mes y no referirse a salarios, porque si uno ve dónde está el debate, que bien lo ha puesto la CUT, éste tiene que ver con empezar a discutir una política salarial. Si no somos capaces de discutir sobre la desigualdad de nuestro país, de cómo se reparte la torta, claramente no vamos a avanzar en mejorar la calidad de vida de las personas y enfrentar la actual crisis económica, política y social.
Respecto de la “Ley de las 40 Horas”, que comenzó a regir este 26 de abril, ¿considera que la Dirección del Trabajo, a través de su último dictamen, ha logrado aclarar la forma en que debe ser interpretada e implementada correctamente esta normativa, destinada a reducir la jornada laboral en una primera etapa de 45 a 44 horas? Han surgido controversias e incluso algunos empleadores querían incluso descontar 12 minutos diarios, en vez de reducir en una hora en alguno de los cinco días que forman parte de la jornada semanal de quienes trabajan de lunes a viernes.
Hay que valorar el rol de la Dirección del Trabajo y también la decisión política del Gobierno de poder reafirmar el espíritu de “las 40 horas”, que apunta a reducir la jornada laboral para que las y los trabajadores tengan más tiempo para estar en sus hogares, mejorar su calidad de vida y tener también más espacio de conciliación entre su vida personal y laboral. Cuando uno ve lo que pasó en esta interpretación de la Ley, donde empresarios querían descontar 12 o 16 minutos y empezaron a incluirlo en la jornada de colación entre otra serie de trampas para no reducir en una hora la jornada semanal, obviamente uno se da cuenta de la precariedad que sufren las y los trabajadores, y de la calidad del empresariado chileno y de algunos empleadores que no han querido ni siquiera entregar 1 hora adicional, entendiendo la situación crítica que vivimos en el mundo laboral.
Pero también hay que hacer un llamado de atención al Poder Legislativo. Como CUT advertimos de las deficiencias del proyecto de ley de “las 40 horas” y de las ventanas que dejaba abierta la posibilidad de interpretar la ley de otra forma. Si bien logramos incorporar titularidad sindical, hicimos el hincapié en decir que cuando se establecen legislaciones que quedan al arbitrio y la interpretación, a propósito de la desigualdad del poder, obviamente el empresariado se aprovecha y terminamos en este tipo de discusión, que hoy día se zanjó a favor de las y los trabajadores.
Hace unos días se llevó a cabo la mesa negociación del salario mínimo, en la que participaron dirigentes de la CUT junto a los ministros de Hacienda y del Trabajo. ¿Cómo evalúa el cumplimiento de los compromisos acordados en la negociación del 2023?
No podemos dejar de valorar que el Gobierno haya cumplido la parte del programa que tiene que ver con llegar a un sueldo mínimo de 500 mil pesos. Al dar cuenta de los últimos veinte años, uno concluye que claramente este Gobierno hizo un alza histórica en un piso mínimo salarial, pero esto no lo podemos separar de los contextos. Vivimos una pandemia que tuvo repercusiones en la economía, con altos índices del IPC y todos resentimos el alza del costo de la vida. Por lo tanto, uno ve que esta medida, que ha sido valorada y muy aplaudida por la ciudadanía, empieza a diluirse si se considera lo que significa el valor del dinero hoy. Por eso es importante decir que el horizonte de la CUT siempre ha sido que el trabajador o trabajadora no viva bajo la línea de la pobreza y que exista la discusión de una política salarial.
También hemos manifestado algunas ausencias en otros compromisos que se establecieron el año pasado, como es la necesidad de instalar un Consejo Económico que revise la especulación que se ha hecho de algunos productos de necesidades básicas y también ver cómo incorporar una mirada sobre el endeudamiento desde las organizaciones.
Desde el punto de vista efectivo, el Gobierno ha tenido buenas políticas como el bolsillo electrónico y el aumento del subsidio único familiar, que impactaron a una parte importante de la población, aunque no sabemos si tienen repercusión en la valoración como medidas prácticas para ir en ayuda de las necesidades.
Acoso laboral, Sala Cuna Universal y Reformas al Sistema Político
¿Qué medidas o mecanismo deberían ser establecidos en favor de las y los funcionarios de la salud ante la crisis de violencia y acoso laboral que se han visto últimamente en algunos establecimientos de la salud pública?
Vivimos una crisis de violencia en el mundo del trabajo en general y es importante que se mire con atención algunos fenómenos que reflejan la situación del sector salud. Este 25 de abril lamentamos nuevamente el fallecimiento de una enfermera del Hospital de Rengo que se habría quitado la vida debido al maltrato y acoso laboral. Existe un proyecto de ley que comenzará a regir el 1 de agosto y que es conocido como “Ley Karin” (destinado a proteger en casos de acoso laboral y que surgió luego del suicidio de la técnica en enfermería Karin Salgado, del Hospital Herminda Martín de Chillán, tras recibir acoso laboral), pero hoy se deben tomar medidas más inmediatas, entendiendo que está en juego la vida de las y los trabajadores.
Frente a esto, hemos hecho un llamado al Gobierno y al Ministerio de Salud, y un emplazamiento directo a la ministra para que se pueda hacer cargo. Tenemos otra enfermera del hospital de Puerto Montt que está en la UTI, también por haber atentado contra su vida por una situación similar. Así sumamos casos de violencia en los establecimientos de salud y si bien unos tienen que ver con la violencia externa de los usuarios, otros tienen relación con la violencia interna y con la indolencia que ha tenido el Ministerio al respecto.
En el marco de las últimas movilizaciones realizadas por las y los trabajadores de la educación preescolar contra el proyecto de ley de “Sala Cuna Universal” ¿cuáles son las observaciones que hace la CUT de esta moción parlamentaria que ya fue aprobada por el Senado?
Como CUT hemos tenido una posición clara desde hace bastante tiempo. Hay que recordar que este proyecto de ley no es del actual Gobierno, por lo tanto, no podría endosarle el contenido total del proyecto a la actual conducción política de nuestro país.
Esta iniciativa nace en el Gobierno de Sebastián Piñera y lo que establece es intervenir la educación inicial en torno a un negocio, que tiene que ver con el tema de los vouchers y con la idea de que esto va a ser un mercado, en que se la va a entregar a la trabajadora un voucher y ésta va a poder ir a buscar el lugar más indicado para que se ejerza el cuidado de su hijo o hija preescolar, pero también sin ningún tipo de regulación, fiscalización y ni profesionalización de la educación de la niñez, que es el gran debate que han levantado con mucha fuerza las organizaciones de la educación preescolar.
Estos son puntos fundamentales que atentan no sólo contra las y los trabajadores, sino contra los propios niños y niñas que debieran ser sujetos de derecho y tener una educación inicial de calidad. Por lo tanto, como CUT la hemos rechazado y sumado fuerzas con las organizaciones que han levantado este tema.
Sabemos que el Gobierno, a propósito de no poder retirar el proyecto, ha levantado una mesa para trabajar indicaciones al proyecto y esperamos que tales indicaciones puedan transformar la idea originada en la administración de Piñera y considere también la opinión de las y los trabajadores de la educación inicial y de la población en general.
Hay una frase que planteó la expresidenta Bachelet que es clave: “Queremos más jardines infantiles y menos guarderías”. Eso es importante a la hora de promover la calidad no sólo para el que puede pagar, sino también para la población con menos recursos.
En estos últimos días han surgido opiniones que apuntan a la necesidad de reformar el sistema político de nuestro país. ¿Cuál es la mirada de la CUT al respecto?
Desde las organizaciones sindicales y sociales no nos oponemos a la discusión de un cambio al sistema político si la necesidad de entrar en aquella discusión tiene que ver con seguir democratizando los espacios y con terminar con la exclusión que sufren los dirigentes y las dirigentas sindicales para poder hacer uso de algunos cargos públicos.
Claramente vamos a estar disponible si vamos a debatir sobre la capacidad de revocar autoridades desde las personas, de poder juntar firmas para poder decir cuándo una autoridad debe dejar su cargo a propósito de algunas conductas, de la participación directa de la ciudadanía en alguna toma de decisiones y de generar un sistema político mucho más abierto, en que la ciudadanía también se sienta parte si ponemos en discusión, por ejemplo, la dieta parlamentaria.
Pero en cambio, si lo que se busca es generar ciertas cuotas de poder y poder empezar a retroceder en nuestro país en ámbito de representación, nosotros creemos que no es el camino y que no aporta en un ciclo político en que van a venir nuevas elecciones y que la ciudadanía también va a estar expectante de qué es lo que se plantea desde el sector político.
En nuestra línea debiera ser más democracia, más participación real y eso siempre estamos disponibles a debatirlo, no así el que nuevamente podamos tener un retroceso como lo tuvimos durante décadas con el sistema binominal.