ANÁLISIS. Consideraciones en torno a campañas del Rechazo y del Apruebo

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El Rechazo adoptará el camino de la desinformación, la mentira y el miedo. La campaña del Apruebo debe ser una campaña extensiva e intensiva territorialmente, que significa visitar la mayor cantidad posible de casas entregando los argumentos más simples.

Pablo Monje-Reyes (*). Santiago. 01/06/2022. Una primera certeza adquirida respecto a este tema es que la campaña del Rechazo se inició el mismo día del triunfo de la opción Apruebo en el plebiscito de entrada. Desde ese día, la derecha política, la derecha económica y los gremios afines a sus intereses políticos, dieron la partida a la campaña de desprestigio del proceso constituyente -en general- y de los constituyentes -en particular-, de la manera clásica y tan poco creativa de la derecha conservadora como ya la conocemos: Todo va a terminar en el caos, que se quiere refundar Chile y todos los fantasmas a los que nos tienen acostumbrados y acostumbradas la derecha “cavernaria” (hago referencia a los ídolos de la caverna de Bacon) en sus campañas políticas.

Según el análisis de Reporte de Factoría Pública del “rechazo” en las redes sociales del 15 de abril al 16 de mayo 2022, los hashtags más usados en las campañas financiadas en redes sociales, son los siguientes: #RechazoElMamarracho; #RechazoDeSalida; #RechazoPopular; #RechazoDeSalida2022; #RechazoCrece; #CircoConstituyente; #ConvenciónCulia; #ChileNoCaerá; y #RechazoTransversal.

Estas tendencias generaron 685 mil menciones en redes sociales, un aumento de un 81% con respecto al mes anterior y más de 44 mil autores únicos que participaron de la conversación. El 53% de las personas que interactuaron con estos hashtags son hombres y se encuentran en el rango etario entre los 25 y 34 años (Factoría Pública; 2022; pp.3). Además, el informe señala que “gran parte de los usuarios que alimentaron las tendencias son cercanos a José Antonio Kast, lo que ha sido la tendencia durante los últimos meses” (Idem, pp.4). Todas las categorías analizadas por el Factoría Publica y los vínculos de bases de quienes promueven esta campaña demuestran cómo la derecha más reaccionaria sale en contra del proceso constituyente y lidera la campaña del Rechazo.

Tres son los elementos en que descansa la estrategia comunicacional de la derecha: (a) la desinformación; es decir, cuentan a su favor con una conciencia cívica débil de un sector importante de la población, frágil y precaria. Sólo pensemos en el preocupante dato del 45% del padrón electoral que no ha votado nunca en los últimos 33 años porque no les ha interesado ya que se compraron el discurso de asociar “lo político y lo público” con “lo corrupto y lo perverso” y, en los 16 años anteriores, en que no votó nadie porque no existían las elecciones. Esa despolitización promovida por la dictadura y refrendada por una clase política concertacionista indolente que se mimetizó con las perversidades del modelo, y que se traduce inevitablemente en un compromiso cívico escaso de comprometida anomia social; (b) la mentira; esto es, tomar un rasgo verdadero o similar de parte de una nueva norma constitucional o de la coyuntura política para, desde allí, inventar características falsas que distorsionan el sentido original de lo propuesto por la Convención, de tal manera que cuando llega el desmentido, este llega tarde después que el engaño ya caló en el subconsciente de parte importante de la ciudadanía; finalmente (c) el miedo, la campaña del terror es característica de la derecha chilena, “que si gana el No vendrá el caos”, “que si gana el Apruebo te expropiarán tú casa”, “que si tenemos nueva Constitución se irán los inversionistas y no tendremos dinero ni empleo”, en fin, apelando a la inseguridad para las condiciones de vida de la población. La desinformación, la ignorancia, la mentira y el temor, allí está la fuerza de la derecha.

Para implementar esa estrategia tienen recursos cuantiosos y cuentan con el control casi absoluto de los medios de comunicación, escritos, radiales y audiovisuales, es decir, con escasas y honrosas excepciones, el andamiaje comunicacional al servicio del rechazo. Para responder a la campaña de la derecha del rechazo y sus avances es necesario proyectar quiénes están detrás de ella, en general, el pueblo de Chile tiene claro que la derecha representa las posiciones más reaccionarias a los cambios que hombres y mujeres movilizadas en octubre del 2019 demandaron en las calles de todo el país. Es importante agregar que la campaña de derecha en las redes sociales no entrega argumentos ni posiciones que permitan desarrollar un debate con altura de miras sino por el contrario solo se dedican a desprestigiar, descalificar, denostar y ridiculizar lo obrado por la Convención.

Campaña sagaz y audaz

La campaña del Apruebo necesariamente debe ser más sagaz, más audaz y no caer en reacciones respecto de las acciones de la derecha. Así, debe ser capaz de entregar elementos, argumentos y convicciones, que permita a chilenos y chilenas definir su voto en las urnas en base a reflexiones procesadas que concluyan en la convicción de que la sociedad chilena en su conjunto requiere de una nueva arquitectura constitucional, que permita al Estado, al Gobierno y a las autoridades que vendrán, a avanzar en justicia social y en un desarrollo más igualitario, más sustentable e integrado culturalmente.

Algunos elementos que se deben tener en consideración en la campaña del Apruebo, a modo de ejemplos: Que ninguna mujer chilena se quede sin saber que la nueva Constitución re-significa su rol en la sociedad, y la sitúa en un plano de igualdad nunca conocido ni antes vivido por ellas ni menos por sus madres, abuelas y generaciones anteriores, por tanto, si ellas votan apruebo estarán votando por la igualdad de las mujeres en nuestra convivencia social. De igual modo, la dignidad de las poblaciones asociadas a las diversidades de género no tiene otro camino para visibilizar sus derechos que no sea votando Apruebo. Las regiones y quienes viven en ellas no pueden aspirar a una descentralización eficiente y eficaz, si no es aprobando una nueva Carta Magna que obligue al Estado a horizontalizar el poder entre los múltiples territorios geográficos y humanos que conforman el país. Nadie que tenga ascendencia familiar de pueblos prehispánicos puede pretender reconocimiento a su cultura de origen, si no es aprobando una Constitución que los considere como naciones que son parte fundacional de nuestra patria. Quién aspire a vivir en un país que respete convenios internacionales de protección sindical para trabajadoras y trabajadores, no puede siquiera dudar que debe votar Apruebo. De igual modo, nadie que crea necesario respetar humedales, cuencas y fuentes acuícolas, puede pretender vivir armónicamente en ambientes ecológicamente sanos, equilibrados y sustentables, si no es votando por la obligatoriedad del Estado de cuidar y preservar las condiciones de los diversos ecosistemas habitables de la población, si no vota Apruebo, inevitablemente estará votando por convertir el territorio nacional -a corto y a mediano plazo- en una gran y desértica zona de sacrificio.

Por último, es importante decir que la campaña del Apruebo debe ser una campaña extensiva e intensiva territorialmente, que significa visitar la mayor cantidad posible de casas entregando los argumentos más simples de porque votar por el Apruebo. Los argumentos deben ser tangibles sobre la realidad de las personas y sus necesidades, demostrando que la Constitución genera las condiciones para qué se resguarden sus derechos y el Estado y el Gobierno los garanticen. Esta es la conexión directa entre lo demandado en octubre del 2019 y el desafío de aprobar el 4 de septiembre la nueva Constitución para la República de Chile.

(*)Pablo Monje Reyes, Magister en Gestión y Políticas Públicas Universidad de Chile, Administrador Público Universidad de Los Lagos. Director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (Ical).