“El Gobierno debe prestarle atención prioritaria al aumento de precios”

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El economista Andrés Solimano describió la situación de alzas en productos como el pan, la carne y el arroz, y ante eso planteó la necesidad de que las autoridades asuman el tema y se piense “en activar algún mecanismo de seguridad alimentaria, de protección de la canasta básica”. Alertó sobre los datos de aumento de los precios al consumidor y el impacto de la elevación de las tasas de interés. Advirtió que “el alza de precios de productos básicos históricamente ha ido asociada con explosiones sociales”. El experto habló también de los efectos de la guerra Rusia-Ucrania en la subida de valores en el petróleo, el gas, el trigo y cereales.

Equipo “El Siglo”. Radio Nuevo Mundo(*). Santiago. 12/04/2022. El alza de precios en alimentos está a la mano, elevando el costo de la canasta básica de las familias chilenas. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó una considerable subida, lo que impacta en la población. Se suma la elevación de tasas de interés y que los sueldos no crezcan y el impacto de la guerra Rusia-Ucrania que elevó los precios del petróleo, el gas, el trigo y otros productos.

Aterrizando en la realidad chilena, y sobre todo en la economía familiar, el economista Andrés Solimano puso el acento en el tema de elevación de costos en alimentos. “Creo que el Gobierno debe prestarle atención prioritaria al aumento de precios”, enfatizó.

Frente a eso, expresó que en el plan inclusivo de recuperación económica, o a través de otra vía, el Gobierno debería contemplar “un ítem de protección del costo de la canasta básica, que le podríamos denominar de seguridad alimentaria”.

Entrevistado en el programa “De domingo a domingo. Sin restricción”, de Radio Nuevo Mundo, el experto sostuvo que el plan dado a conocer la semana pasada por las autoridades incluyó “el congelamiento de tarifas,  que es un apoyo. Ahora, algo que afecta más al bolsillo son los precios de los alimentos, y eso no está”, recalcó.

Buscando otras opciones, Solimano planteó que el costo de los alimentos “es un área donde hay que buscar alternativas. Me permitiría sugerir por qué no crear un sistema de supermercados populares, como las farmacias populares, que pueda vender los alimentos a precios de costos, o más baratos. Los supermercados comerciales, de las grandes cadenas, le ponen un recargo a los alimentos que es la utilidad del supermercado, que a veces es bastante alta. También está la gente que compra en almacenes, en ferias, y hay que ver qué pasa con los precios en esos segmentos. Hay gente que se junta para comprar, para abaratar los costos. Bueno, pero para esto de la inclusión, no sé si organismos de distribución pueden jugar un rol, hoy se podría pensar en activar algún mecanismo de seguridad alimentaria, de protección de la canasta básica”.

El profesional dio datos como el precio del pan corriente o especial, que oscila entre dos mil y dos mil quinientos pesos -hace un par de años estaba entre 800 u 900 pesos-, costo del aceite en unos 2 mil 800 pesos, y alzas del arroz, los cereales, en más de mil pesos.

Relató: “Estaba viendo los datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas, y el componente de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó un 3,9%, prácticamente el doble del IPC general, el pan aumentó 5,9%, casi tres veces el aumento del IPC promedio, los cereales aumentaron, y en general el costo de la canasta básica”.

Agregó que “llama la atención que aparte del ítem de alimentos, el que más aumentado es el de educación, que aumentó 6,7%, y estaba viendo que los pre-universitarios aumentaron 31%, las mensualidades de la educación superior, 6,3%, la enseñanza pre-escolar y primaria 6,9%. Muestra la brutalidad de los aumentos en sector de educación, parece que es un muy buen negocio establecer pre-universitarios, que aumenta un 31% versus el 1,9% del IPC general”.

El ex director del Banco Mundial y presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, expuso que “en Chile, uno de los temas es el aumento de la inflación. La publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, muestra un aumento del 1,9%, en el IPC, y acumula 3,4% en el primer trimestre. En general veíamos que en el año esas cifras estaban en el 3%, y ahora en el primer trimestre tienes esa cifra. Esto muestra una diferencia de lo ocurrido en los años recientes”.

Impacto que puede derivar en estallidos sociales

En su análisis, Andrés Solimano incluyó el impacto social y en las movilizaciones populares que puede tener al aumento del costo de la vida. “El alza de precios de productos básicos históricamente ha ido asociada con explosiones sociales, estallidos sociales”, dijo. Añadió que “la ‘Primavera árabe’, por ejemplo, que empezó en octubre de 2011, estuvo asociada por aumento de precios en alimentos, y ahora el aumento de precios en alimentos en mucho más agudo que antes”. Añadió que “en América Latina tuvimos estallidos sociales, en Chile, en Ecuador, en Colombia, y aunque no fue gatillante, se dio en medio de un aumento de combustibles, de alimentos, del costo de la vida. En Argentina, con el Gobierno de (Mauricio) Macri, con el préstamo que pidió al FMI, se vivió una situación social muy complicada, y su coalición terminó perdiendo el Gobierno”.

Refiriéndose al plan económico inclusivo dado a conocer el jueves pasado por el Gobierno, el economista sostuvo que “por ejemplo, el congelamiento por el 2022 de las tarifas del transporte público, me da la impresión que fue visto con un ojo de evitar que hayan chispas que puedan producir  algo como estallidos, aunque la historia no se repite exactamente”. No dejó de advertir que “pueden haber desestabilizaciones sociales asociadas a los aumentos en los precios, más si consideramos los aumentos en los alimentos y la canasta básica”.

Plan en medio de factores que no ayudan

Solimano manifestó en Radio Nuevo Mundo que “el Gobierno anuncio el programa de recuperación inclusiva, y con ese programa se busca tomar medidas más bien compensatorias, y algunas acciones específicas para paliar el ajuste económico”.

Aclaró que “el Gobierno del Presidente (Gabriel) Boric, está heredando dos parámetros en el situación económica. Uno, la decisión del Banco Central de ir subiendo las tasas de interés, partiendo en un uno por ciento, y vamos en siete, son seis puntos porcentuales en casi ocho meses. Además, este Gobierno heredó una Ley de Presupuesto con un corte de 22% de gasto público, es decir, está haciendo política monetaria y fiscal contractiva. Es como la receta del Fondo Monetario Internacional (FMI), ajuste, austeridad, control del gasto”.

Insistió en que hay que considerar que quizá “no es tanta plata, pero es que se está sacando de un fondo de emergencia, porque la Ley de Presupuesto tuvo un corte de gasto público del 22%, para el 2022 comparado con el 2021, hubo un corte”.

Sobre las tasas de interés agregó que “es de los aumentos más grandes en los bancos centrales del mundo. El Banco Central chileno es autónomo, toma las decisiones sin pedirle autorización al Presidente de la República ni al Parlamento, es un consejo que se reúne y toma las decisiones que sufre toda la sociedad”. “El Banco Central dice que es para bajar la inflación, para enfriar el gasto y por esa línea disminuir la presión inflacionaria. Entre medio, la evidencia histórica, chilena e internacional, es que se puede producir una recesión”, declaró el experto en economía.

La probabilidad de una recesión

Específicamente sobre recesión, Andrés Solimano estableció que “la probabilidad de una recesión el 2002, sí. Incluso lo están diciendo analistas de bancos comerciales en sus informes a sus clientes. Hay otros economistas que hacen esos cálculos, que no es la probabilidad más alta, pero la probabilidad existe de que caigamos en recesión”.

Dijo que “al ser más caro el crédito, para las empresas es más caro el capital-trabajo, le sale más caro invertir, los consumidores que compran televisores, lavadoras, viajan con crédito, se les hace más caro, las cuotas de los dividendos suben, y todo aprieta los bolsillos y eso tiene un efecto de enfriar la economía y puede producir una recesión o un crecimiento más lento”.

Una escena mundial movida

En su análisis, Andrés Solimano hizo alusión al panorama mundial. “Se están viviendo tiempos económicos complicados en Chile y en el mundo”, acentuó.

Indicó que “el contexto internacional está muy movido, ya venía con los efectos de la pandemia, la recesión del 2020, recuperación el 2021, los ajustes para el 2022, aumento en los precios de las materias primas, de los alimentos y combustibles. Todo eso ahora fue exacerbado por el conflicto en Ucrania, que provocó aumento en el precio del trigo, de los fertilizantes, el petróleo, el gas natural, hay sanciones económicas contra Rusia, hay un problema de refugiados, es una situación muy voluble y muy compleja”.

Recalcó que “el componente internacional es muy importante, porque el precio del petróleo venía subiendo antes de la guerra (Rusia-Ucrania) por la pandemia, también el precio del gas natural, y ahora se aumentó el precio del trigo y del maíz y el fertilizante. Tanto Rusia como Ucrania son dos exportadores y productores muy importantes de estos cereales, y eso afecta mucho los precios internacionales”.

El economista agregó que “hay también un anuncio de aumento en gasto militar. Alemania está autorizando gastar cien mil millones de euros en inversión militar, España también está hablando de aumentarlo, en general en Europa, entonces podemos estar en las puertas de una nueva carrera armamentista, y más presupuesto en Defensa, es menos presupuesto en educación, salud, pensiones y vivienda”.

(*)Medio colaborativo con El Siglo.

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