MENSAJES. Homenajes a Néstor León (Ibrahim) y María Matilde Armengol

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“Nunca nos acostumbraremos a recibir la noticia de que un amigo murió y menos aún, cuando se trata de un querido compañero, cuya conducta solidaria, condición humana, honesta, revolucionaria y fidelista, ganaba el aprecio de sus compañeros, amigos…” “Como muy bien dice tu hija Florencia, fuiste una mujer libre, luchadora, que trasmitió valores de justicia social, resistencia y amor ‘desde el alba clara hasta esconderse el sol’ y la vida sin ti habría sido menos luminosa, creativa, digna y valiente”.

 La Habana. Santiago. 04/04/2021. Cuando un amigo se va

Nunca nos acostumbraremos a recibir la noticia de que un amigo murió y menos aún, cuando se trata de un querido compañero, cuya conducta solidaria, condición humana, honesta, revolucionaria y fidelista, ganaba el aprecio de sus compañeros, amigos, vecinos y personas que le rodeaban.

El fallecimiento, este 1ro de abril, de Néstor León Sobral, (Ibrahim) seudónimo con el que fue bautizado y se conoció, cuando en el año 1966, ingresó en el departamento M, del Ministerio del Interior, nos ha, no solo, sorprendido también golpeado, por esa impronta que le caracterizaba.

Dentro del Departamento M, en la Dirección General de Liberación Nacional del MININT y luego en el Departamento América del Comité Central del Partido, donde desempeñó diversas responsabilidades y  cumplió misiones diplomáticas en Chile, cuando gobernaba el presidente Salvador Allende y en la Nicaragua Sandinista.

Ibrahim jugó un papel importante al formar parte del equipo que manejo la crisis con el gobierno de Perú en 1980, en lo que luego se conoció como la crisis del Mariel. Ese mismo año, fue trasladado para atender el trabajo con los salvadoreños y designado jefe del equipo de tres funcionarios Igor, Manuel y el autor de este artículo, en la atención del conflicto armado salvadoreño y surgimiento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Con dedicada atención cumplió un papel importante, en torno a promover y consolidar la unidad de dichas fuerzas insurgentes y cumplir las orientaciones de Fidel y Piñeiro, sin inmiscuirnos en sus asuntos internos, procurar la unidad de las fuerzas con un trabajo paciente y convencimiento, así era el jefecito, como le decíamos.

Desde el año 1980 y hasta el 86, se mantuvo atendiendo las relaciones con El Salvador y se ganó el afecto y cariño de sus líderes, especialmente de Schaffick Handal, Leonel y otros comandantes guerrilleros, pero también de líderes políticos provenientes de partidos y organizaciones progresistas y democráticas salvadoreñas y no solo armadas.

En 1986 fue nombrado  Consejero Político en Nicaragua, hasta que más tarde y durante la década del 2000 se desempeñó como jefe de la sección que atendía el trabajo con Perú, Bolivia y Chile, con este último país cultivó importantes relaciones con todo el espectro político y gozó de gran prestigio. Es designado jefe de sección en el 2007, para atender Venezuela, Colombia y Ecuador, hasta la obligada jubilación en el 2010.

En el orden personal Ibrahim, tenía una especial y distinguida relación con su familia, pero su hermana Sonia, era su imprescindible amor de hermanos, al igual que sus sobrinos, y a su querida madre. Recuerdo que a ellos les dedicaba todos los domingos, y deleitaba con los almuerzos que su hermana le ofrecía y de ellos nos daba cuenta.

En distintos momentos, presencié su carácter solidario, no solo con sus amigos y conocidos, incluso con personas que se le acercaban a pedirle ayuda y luego de verificar la situación de la persona, procuraba apoyarlos.

En política, era un convencido del internacionalismo y de su condición de comunista, tal como ya señalé, un cumplidor de ese pensamiento de Fidel, el Che y Piñeiro.

No era perfecto, pero era un excelente ser humano, sus caprichos y debates, lo hacía con mucha honestidad y así lo sentíamos, aunque en ocasiones no llevaba la razón, pero se mantenía siempre firme en sus posiciones, es por eso, que todos y cada uno de sus compañeros, sentimos el dolor, cuando un amigo se va.

Tony  López R. Periodista, politólogo y analista internacional.

La Habana  1ro de abril del 2021.    23.30 hrs.

 

La Habana. 2 de abril del 2021

“Año 63 de la Revolución”

El Partido Comunista de Chile en Cuba, su Coordinador, militantes, amigos y simpatizantes residentes en Cuba, lamentan profundamente el fallecimiento, en el día de ayer 1 de abril,  de nuestro entrañable amigo y camarada Néstor León Sobral, más conocido por nosotros como Ibrahim.

Expresamos nuestro más fraternal reconocimiento y agradecimiento a Ibrahim, por el inconmensurable aporte, desde su labor en el Departamento América del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, a nuestra causa, la del pueblo chileno en su lucha por un Chile Nuevo, democrático, socialista con justicia social real y al fortalecimiento de las relaciones entre los pueblos de Chile y Cuba.

Llegue a sus familiares y amigos, nuestras más sinceras y fraternas condolencias.

Dr. Alex Soza Orellana

Secretario Político. Coordinador del Partido Comunista de Chile en Cuba

María Matilde Armengol: Memoria, lágrimas y amor

Es muy fácil teorizar sobre la muerte y pensarla como un proceso natural de la vida hasta que comienza a atrapar a quienes amas para conducirlos en ese misterioso e insondable camino. Ha muerto María Matilde Armengol, chilena y argentina; periodista sin serlo, porque enamoró a uno de los mejores de los nuestros Enrique Martini, y se fundió en la vida de todos nosotros hasta el fin de sus días.

Tuvo múltiples oficios porque fue siempre versátil, inquieta, buscadora de objetivos y sentimientos perdidos. Recuerdo a la María Matilde tejedora para allegar algunos pesos a la familia que quedó en la indefensión económica durante la dictadura, pero sus mejores y más bellos tejidos fueron para los hijos e hijas de quienes estábamos tan desamparados como ellos. Nuestros niños y niñas eran felices y bellamente arropados.  Artista del color, porque combinaba las lanas con una maestría increíble; mágica, porque inventaba miles de regalos para los cumpleaños, los aniversarios y las fiestas significativas.

Limpiadora de techos antes que comenzara el invierno y las lluvias taparan las canaletas, una vez se cayó, dañándose la columna, y alegó porque justo la “María Pía”, la integrante perruna grande y regalona de la familia, recibía tanto o más cariños que ella pues se le ocurrió enfermarse en ese mismo momento.

Actriz de teatro, cobradora de boletos y escenógrafa. Sin su empuje el Teatro Familiar de Barrio, que dirigía el actor Rubén Sotoconil y su compañera Mireya Moreno no hubiera existido por 10 años. Amigos de toda la vida y artistas aficionados formaron este grupo teatral, que integraron entre otros, el arquitecto Leonardo Cohen y su esposa la militante y trabajadora social, Marujita Oxman, la Dra. de la Fuente y el Dr. Camus y, desde luego, el muy serio periodista Enrique Martini, construyeron así su propia barricada.

Como una hormiguita guardó panfletos, fotografías, corbatas, sombreros, trajes, y mil artilugios para convocar en los patios de las casas a muchos o pocos que hablaban de dictadura, de lucha y de amistad. El boleto para el teatro costaba 350 pesos según consta en un “ticket” encontrado en un libro viejo.

Los recuerdos se entrelazan: “Con tu cobijo de árbol, te recuerdo grande, frondosa siempre bella, evidenciando tus raíces profundas de solidaridad, era el hablar del otro lado de la cordillera que te hacía única, irrepetible. Tus manos como ramas alcanzaban a tantos y tantas niñas en rondas recolectando sueños. Utopías”.

Secretaria, enfermera, confidente, cuidadora de niños, maestra de matemáticas o castellano en el PIDEE, ese programa de protección a la infancia dañada por los estados de emergencia dirigido por otra mujer imprescindible, María Eugenia Rojas, institución que daba cobijo a niños, niñas y adolescentes cuyos padres o madres estaban presos, eran torturados, estaban desaparecidos, o simplemente eran asesinados.

Organizadora de viajes y vacaciones, con reglas que le permitían regresar a sus veraneantes invictos en la amistad, pese a ser heterogéneos y diversos. Lograron conocer  las bellezas del Sur, mucho antes que el negocio turístico se enseñoreara en nuestra tierra. El viaje continuaba aquí en la capital, en varias sesiones para para contarnos sobre la necesidad de conocer esas bellezas y que nos impulsó años más tarde para hacer lo propio. Aún conservo -casi por sesenta años -una manta chilota de aquellas tejidas con lana pura y que recorrió en trenes y buses todo el sur para entibiar nuestros inviernos.

Bella como era, cautivó en un viaje en barco a Enrique Martini, periodista de talento y de dilatada trayectoria pública y privada, fue diligente y solicita en el Círculo de Periodistas, amiga y colaboradora en las tareas del Colegio de Periodistas y se apoderó del cariño y el amor de todos en los diferentes ámbitos donde Enrique Martini transitara. Ella fue reportera de amores, dolores, felicidades y, escribió en los diarios de la amistad y de las utopías.

Como muy bien dice Marcela Shultz: “No pude en tu oído decir gracias y mares azules caen de lágrimas. Te vuelves viento, esperanzas de que nos acaricies desde la altura”.

Será así porque estarás en el cielo de todos nosotros, porque como muy bien dice tu hija Florencia, fuiste una mujer libre, luchadora, que trasmitió valores de justicia social, resistencia y amor “desde el alba clara hasta esconderse el sol” y la vida sin ti habría sido menos luminosa, creativa, digna y valiente.

Oriana Zorrilla. Periodista.

4 de abril 2021.

 

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